MARIO PAYÁN

Beneficios

 

Los beneficios son tan variados y extensos como número de terapias, estilos o tradiciones, por lo que sólo tomaremos de ejemplo algunos de ellos.

 

Para empezar, debemos reconocer que siempre hay algún cambio o manifestación con cualquiera de estas técnicas, sin embargo, a veces, el resultado no es el que espera el cliente (o paciente) o no se da al tiempo esperado. Para que se palpen las manifestaciones influyen tanto las relaciones de causa y efecto espirituales y ancestrales, como lo que la misma Divinidad espera para el individuo o el ideal en que la Divinidad desea manifestarse, que no siempre es comprensible o el esperado.

 

El primero es el autoconocimiento. La parte primordial de una sanación psico-física-espiritual es el autoconocimiento. Las expresiones de nuestra vida están dictadas por nuestra subconciencia, cuando no tenemos un mínimo de contacto con la Luz Divina. Luego, para que la sanación se realice, la Divinidad puede exigir el autoconocimiento para equilibrar los estados alterados del alma que afectan el físico. En ocasiones desaparece de nosotros un hábito negativo que nos tenía enfermos, y es una forma en que a posteriori, reconocemos como algo que había en nosotros y que ejemplifica un proceso de liberación psíquico-espiritual: Sueltas o cambias hábitos, estados o frecuencias del alma para modificar condiciones físicas.

 

Como consecuencia del autoconocimiento viene un cambio de vida. Este es otro de los beneficios de las terapias de Luz. Esto no significa que "debas" hacer cambios obligatorios si tú no lo deseas, pero la intuición, opuesta a la subconsciencia, aconseja. Por último, la persona se dá cuenta de que los consejos de la intuición terminan siendo mucho más benéficos y sin problemas mayores para realizarlos, aunque de pronto las dudas muevan a una batalla de soltar-asir.

 

Paz interior. Durante las Terapias de Luz, pareciera que la persona se va liberando de muchísimas cargas aparentemente físicas, pero que son del alma. A medida de su liberación interior, las personas van encontrando una paz que no habían sentido desde tiempo atrás, o nunca. Esto les motiva a continuar por si mismas en una búsqueda de las verdades interiores, que por un deseo de bienestar, pronto encuentran.

 

Salud física. Finalmente, ocurre el milagro de la salud física. Cuando los factores anímicos han sido desalojadas del ser, ya no hay una llamada de atención del físico por medio de las enfermedades para ser atendido, pues ya no hay nada que requiera atención; pero si es que llega a haberlo, ya no hay necesidad de enfermarse para atenderle, pues se comprende al alma por medio de la observación para responderle.